ACTA DE LA SESIÓN PLENARIA Nº45
MARTES 20 DE JULIO DE 2010
Ya tendremos mucho tiempo para discutir sobre el tema energético, eso nos va a consumir bastante tiempo; sin embargo, quisiera aprovechar los cinco minutos que tengo para dar a conocerles algunas reflexiones y aportes introductorios en esta materia, para ir compartiendo con ustedes mi pensamiento.
En primer lugar, hay que decir que el mundo y Costa Rica también asistimos hoy a un proceso de termificación, que se entiende y se traduce por el alto consumo de petróleo, que, a su vez, nos genera crecientes cantidades de emanaciones de gases a la atmósfera, nos aumenta la factura petrolera, y lo que es más delicado, nos hace geopolíticamente sensibles a los caprichos, a las locuras de algunos presidentes de países con petróleo.
El problema se nos agrava porque nuestra flota vehicular es muy vieja, nuestra industria no es en todos los sectores lo eficiente que necesitamos, el consumo residencial de energía es excesivo, y la ganadería, por otra parte, extensiva, genera también emisiones a la atmósfera, todo hace que sintamos que Cartago es más caliente, que San José hoy es más caliente, y es lo que todos entendemos como el cambio climático.
Nuestra demanda de energía eléctrica, para situarme en un escenario, crece hoy aproximadamente al seis por ciento anual, casi el doble de lo que crece nuestra población, nuestra demanda anda por el orden de mil quinientos megawatt año y nuestra oferta, dichosamente, por el gran esfuerzo que ha hecho el ICE en los últimos sesenta años, ronda los dos mil cuatrocientos megawatt y somos, efectivamente, solventes hoy, el problema es que hoy para resolver y atender la demanda.
Somos un país privilegiado y orgulloso con un noventa y nueve por ciento de cobertura de electrificación nacional y solamente el cinco por ciento de esa energía es producida con petróleo.
Si el problema se nos complica llegáramos, por ejemplo, a generar una cuarta parte de nuestra energía eléctrica con petróleo, eso significaría aproximadamente el tres por ciento del producto interno bruto del país e iríamos directamente a una gran crisis económica financiera y social.
Con mucho orgullo, Costa Rica puede decir hoy que el ochenta por ciento de su energía es limpia, gracias a la hidroelectricidad, la geotermia, la eólica y la biomásica. Tenemos un enorme potencial de aproximadamente seis mil quinientos megawatt en nuestro umbral para explotar; el desafío, diputadas y diputados y pueblo que nos escucha, es cómo duplicar en los próximos diez años la oferta que hemos podido elevar en los últimos sesenta años. Y el problema que tenemos es que para eso se requieren aproximadamente nueve mil millones de dólares, todos hemos visto aquí, en el Plenario, lo que cuesta aprobar un crédito para Chilamate, que no es ni el diez por ciento, ni el uno por ciento de la cifra que acabo de mencionar, la opción, ineludiblemente, está en apoyar la producción de energías limpias, y, a la vez, redefinir el mercado para hacerlo competitivo, para hacerlo con base en alianzas, para hacerlo eficientemente y para poder financiar ese desarrollo hidroeléctrico que el país, perdón, eléctrico que el país necesita.
Podemos tomar varias medidas, entre ellas, aprobar una nueva ley general de electricidad que financie esa inversión necesaria y que ese modelo se acerque más a un mercado regulado que a una apertura total, en eso me matriculo desde hoy. Que reconozca el papel del ICE, su capacidad, su trayectoria, su expertise que, además, es exportable, que aumente el tope a la generación privada, por lo menos a un tercio, que brinde, desde el punto de vista ambiental, la oportunidad de pagar tarifas diferenciales o preferentes para las energías limpias o energías verdes, que permita también invertir en investigación y desarrollo para que en poco tiempo seamos capaces también de generar con hidrógeno, de generar energía eólica, por qué no, en el mar, como ya se hace en Europa, energía solar y nuevas formas de energía biomásica. Eso es parte de nuestro desafío.
Necesitamos carros más eficientes, con menos impuestos a los carros eficientes, y también sistemas de aire acondicionado eficientes, alineemos la legislación complementaria, la geotermia parques nacionales, la Ley de Gestión Integral de Recursos Hídricos, la Constitución y el pago por servicios ambientes son algunas alternativas.
Hoy, compañeras, diputadas y diputados, solamente pretendía delinear algunas ideas e invitarles a que tengamos un debate profundo… franco y ojalá muy corto en esta temática, cada minuto perdido nos cuesta millones de dólares.