ACTA DE LA SESIÓN PLENARIA N.º 32. Lunes 21 de junio, 2010
Yo quiero regocijarme porque recientemente, por iniciativa popular, hemos recibido, y ha sido puesta en la corriente legislativa, un proyecto de ley para ordenar y legislar en materia de recursos hídricos, una urgencia que nuestro país tiene, ya que la ley, hoy en día, con la que estamos trabajando data de 1942 y se convierte, realmente, en una deuda histórica.
Con gran complacencia, yo diría que en forma ejemplarizante, los actores civiles y la sociedad civil le está diciendo a este Congreso: Señoras y señores diputados, legislemos ya en esta materia y dejemos las discusiones triviales a un lado.
Entre muchas cosas buenas que tiene este proyecto de ley, quisiera mencionar que nos establece una rectoría clara en materia de recurso hídrico, que nos organiza el sector institucional tan necesario y tan disperso hoy en diferentes instituciones que tienen que ver con la materia, y para dar un paso más, nos establece un enfoque por cuencas, algo de lo que este país adolece y que es necesario desde hace más de veinticinco años, pero quizás de los temas más importantes que incorpora este proyecto de ley, es que en un tema de estado, cual es el dominio del recurso hídrico, garantiza el dominio público del recurso, y algo que se ha estado discutiendo aquí, en el Plenario, que es el tema de llevar a rango constitucional el derecho al recurso hídrico como un derecho humano fundamental, viene incluido en ese proyecto de ley.
Realmente creo yo que es el momento de aprobarlo en esa instancia y no en una discusión a nivel de la Constitución de la República, no es necesario que lleguemos hasta ese nivel constitucional para poder dejar ordenado el uso y la protección del recurso en el país.
De la misma manera, y en la misma tónica, fortalece la figura de la concesión, una figura que, hasta hoy, nos ha permitido coexistir y resolver todos los usos del recurso, el riego, la hidroelectricidad, el turismo, la navegación y, principalmente, el consumo humano como consumo principal, y por qué no, hay que decirlo aquí, en el mismo articulado se propone que el agua embotellada no se considere agua de consumo humano, sino agua de uso industrial y esa pequeña gran diferencia nos va a permitir resolver, políticamente a las diferentes fracciones, el futuro del recurso hídrico en nuestro país. También establece cánones, porque no se trata solo de legislar, de un lado tiene que venir la ley, y, del otro lado, tiene que venir el bollito de pan para implementarla.
Así que nos establece, por la vía de los cánones, la forma cómo vamos a proteger, a conservar el recurso y garantizar que lo vamos a disponer por muchos y muchos años, y por qué no, también nos establece el tema de las sanciones.
Porque en este país el rico se ha dado el lujo de contaminar y de dañar el ambiente, mientras pueda pagar, tenemos que dar el paso y saltar de las multas a las sanciones penales, y esta ley nos ofrece esa oportunidad.
Con mucho tino, los compañeros de la fracción del Partido Liberación Nacional, en la Comisión de Ambiente, la cual me honro presidir, logramos el apoyo de otras fracciones y se colocó en primer lugar del orden del día de la Comisión Permanente Especial de Ambiente este proyecto, por eso es que quería mencionarlo esta tarde para ir adelantando y forjando análisis y consenso entre los diferentes medios, perdón, entre las diferentes fracciones de este Plenario.
Con muchísimo respeto, con mucha humildad vengo a pedirles, compañeras y compañeros diputados, que, realmente, paguemos esta deuda histórica y que en estos cuatro años, por una vez y para siempre, ojalá legislemos en materia de recurso hídrico.
Dios, nos regala la oportunidad de pagar esta deuda, ustedes tienen la palabra.
Yo quiero regocijarme porque recientemente, por iniciativa popular, hemos recibido, y ha sido puesta en la corriente legislativa, un proyecto de ley para ordenar y legislar en materia de recursos hídricos, una urgencia que nuestro país tiene, ya que la ley, hoy en día, con la que estamos trabajando data de 1942 y se convierte, realmente, en una deuda histórica.
Con gran complacencia, yo diría que en forma ejemplarizante, los actores civiles y la sociedad civil le está diciendo a este Congreso: Señoras y señores diputados, legislemos ya en esta materia y dejemos las discusiones triviales a un lado.
Entre muchas cosas buenas que tiene este proyecto de ley, quisiera mencionar que nos establece una rectoría clara en materia de recurso hídrico, que nos organiza el sector institucional tan necesario y tan disperso hoy en diferentes instituciones que tienen que ver con la materia, y para dar un paso más, nos establece un enfoque por cuencas, algo de lo que este país adolece y que es necesario desde hace más de veinticinco años, pero quizás de los temas más importantes que incorpora este proyecto de ley, es que en un tema de estado, cual es el dominio del recurso hídrico, garantiza el dominio público del recurso, y algo que se ha estado discutiendo aquí, en el Plenario, que es el tema de llevar a rango constitucional el derecho al recurso hídrico como un derecho humano fundamental, viene incluido en ese proyecto de ley.
Realmente creo yo que es el momento de aprobarlo en esa instancia y no en una discusión a nivel de la Constitución de la República, no es necesario que lleguemos hasta ese nivel constitucional para poder dejar ordenado el uso y la protección del recurso en el país.
De la misma manera, y en la misma tónica, fortalece la figura de la concesión, una figura que, hasta hoy, nos ha permitido coexistir y resolver todos los usos del recurso, el riego, la hidroelectricidad, el turismo, la navegación y, principalmente, el consumo humano como consumo principal, y por qué no, hay que decirlo aquí, en el mismo articulado se propone que el agua embotellada no se considere agua de consumo humano, sino agua de uso industrial y esa pequeña gran diferencia nos va a permitir resolver, políticamente a las diferentes fracciones, el futuro del recurso hídrico en nuestro país. También establece cánones, porque no se trata solo de legislar, de un lado tiene que venir la ley, y, del otro lado, tiene que venir el bollito de pan para implementarla.
Así que nos establece, por la vía de los cánones, la forma cómo vamos a proteger, a conservar el recurso y garantizar que lo vamos a disponer por muchos y muchos años, y por qué no, también nos establece el tema de las sanciones.
Porque en este país el rico se ha dado el lujo de contaminar y de dañar el ambiente, mientras pueda pagar, tenemos que dar el paso y saltar de las multas a las sanciones penales, y esta ley nos ofrece esa oportunidad.
Con mucho tino, los compañeros de la fracción del Partido Liberación Nacional, en la Comisión de Ambiente, la cual me honro presidir, logramos el apoyo de otras fracciones y se colocó en primer lugar del orden del día de la Comisión Permanente Especial de Ambiente este proyecto, por eso es que quería mencionarlo esta tarde para ir adelantando y forjando análisis y consenso entre los diferentes medios, perdón, entre las diferentes fracciones de este Plenario.
Con muchísimo respeto, con mucha humildad vengo a pedirles, compañeras y compañeros diputados, que, realmente, paguemos esta deuda histórica y que en estos cuatro años, por una vez y para siempre, ojalá legislemos en materia de recurso hídrico.
Dios, nos regala la oportunidad de pagar esta deuda, ustedes tienen la palabra.
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