Turrialba tiene desafíos, entre todos podemos vencerlos.

Hace 105 años, cuando fuimos declarados Cantón, éramos tan solo una aldea con luces en medio de un bosque, hace 30 años éramos un pueblo de personas muy trabajadoras y grandes emprendedores que vivíamos en las zonas bajas y medias de la agricultura estacional de café en el invierno y caña de azúcar en el verano, también de la leche y el queso en las zonas altas.

Este modelo de producción y empleo nos permitió subsistir y afrontar fuertes crisis de mercado y precio, que acabaron quebrando las Cooperativas cafetaleras y llevando a la ruina a muchos pequeños productores que no pudieron administrarse bien y honrar sus deudas. Los Beneficios de Café y los Ingenios son casi gratos recuerdos en Turrialba. Esto también nos hizo perder liderazgo en el país y relegarnos frente a otros Cantones pujantes y mejor organizados.

Hoy 105 años después nos enfrentamos al desafío de crecer y desarrollarnos como Ciudad, con todos los problemas inherentes: “horas pico”, inseguridad ciudadana, ventas callejeras, indigencia, exceso de ruido, falta de espacios urbanos para recreación, más basura, más demanda de agua potable, aumentar la oferta cultural, atender mejor a los turistas, humanizar la Ciudad.

Pero el desafío es aún mayor, nuestra Ciudad debe sustentarse en una economía post-agrícola, en la que además de la actividad agropecuaria, sea posible generar empleo estable y bien remunerado, a base de actividades como la industria liviana, los servicios y el turismo, entre otros, que permitan dinamizar otra vez el comercio local, aumentar el empleo y mejorar la condición de vida de nuestra gente.

Este proceso ya empezó con la inauguración reciente de la Empresa Wal-Mart y la llegada y remodelación de las instalaciones en la Zona Franca por parte de la Empresa BRIDGESTONE-FIRESTONE, sabemos además que dentro de Fábrica Rawlings opera una sección tipo “call center”.

Estamos también en el camino de aumentar la visitación turística: se construirá un Centro de Visitantes en el Volcán Turrialba, con facilidades como Internet, telefonía internacional, tienda-cafetería, parqueos, etc. La Municipalidad abrirá en enero de 2009 una Oficina de Gestión Turística, se está lastreando el camino entre Santa Cruz y el Monumento Guayabo, etc.

Es evidente que nuestra economía está evolucionado a paso rápido. Como humanista considero que el desafío va más allá, se trata entonces de que sobre la base de una economía post-agrícola podamos desarrollar una Ciudad más incluyente y humanizada, ese será nuestro desafío principal en los próximos años.

Con esto quiero decir, una Ciudad en la que los ancianos, los jóvenes, los pobres, los indigentes, los discapacitados, los indígenas, las mujeres, los niños y niñas, tengan oportunidades, se sientan cómodos y seguros.

Nos estamos preparando, hacemos esfuerzos como Ciudad para dotar de esquinas con rampas a los discapacitados y exigir el cumplimiento en la Ley 7600 a las construcciones, la Municipalidad ha aprobado una Proclama en Discapacidad y en el año 2009 dará el ejemplo, acondicionando su viejo edificio para cumplir la Ley 7600.

Queremos una Ciudad amiga de los niños y niñas, por eso los 21 hamacas “play grounds” distribuidos por el Cantón, las aceras, las patrullas escolares, la señalización vial, las mallas en Escuelas, las pasarelas en los puentes de mayor tránsito como “La Alegría” y “La Isabel”, las 80 becas municipales a estudiantes de bajos recursos. El bulevar de “Las Palmeras”, los parques mejorados y las canchas multiuso, el rescate de la Plaza Pública, son esfuerzos para los niños y jóvenes. Falta mucho pero hemos empezado.

En Turrialba funciona una Comisión de nobles ciudadanos que trabaja el tema de la indigencia, recientemente he propuesto a la Concejo Municipal y a la Comisión, valorar la opción de aprovechar una finca municipal en San Juan Norte u otra para que los indigentes produzcan parte de su manutención y algún día podamos tener un Albergue.

Veo con mucha atención como el Gobierno y la Municipalidad invierten muchos recursos en dotar de caminos, acueductos, becas estudiantiles, vivienda, Colegios de Telesecundaria, etc. a la población indígena en el Distrito de Chirripó. Pero carecemos de un estudio que nos oriente sobre sus necesidades cuando se desplazan a la Ciudad.

En febrero de 2009, expertos de la Municipalidad de Rancho Cordova, Sacramento, California, vendrán a Turrialba a asesorarnos para ordenar el tránsito, para la policía municipal, para ordenar la ciudad, incluyendo temas como el desarrollo circundante al futuro Hospital nuevo. Bienvenida la ayuda.

Otro enorme desafío está dentro de cada uno de nosotros: ningún esfuerzo público ni privado en Turrialba será posible si no recuperamos la capacidad de soñar y aspirar a cosas mejores. He correspondido a la confianza que han depositado Ustedes, dando un pequeño aporte para que Turrialba recupere la fe en la gestión pública y en sus autoridades políticas. Aprendo rápidamente y me esfuerzo por servirles más y mejor cada día. Gracias por confiar en mí.

Como Ustedes saben, no tengo mayor trayectoria política, represento a una generación de nuevos dirigentes que nos abrimos campo con la mochila cargada de sueños y un enorme espíritu de servicio. Para mí la política es un medio no un fin, mi lema es: “meterse en política es servir a los demás”, no vine a servirme sino a servirles y lo he demostrado con hechos.

He entregado a Turrialba muestras de mi convicción profunda de que los turrialbeños y turrialbeñas podemos, hemos sido y seremos capaces, de volver a soñar, de pensar en un mejor futuro y de luchar sin descanso para alcanzarlo, aún si carecemos de experiencia en las lides políticas.

Cada uno de nosotros tiene mucho que dar, nos ha faltado trascender los egoísmos, desprendernos del color político, quizás hasta del apellido, para dialogar y sobre la base de un liderazgo colectivo, emerger otra vez con nuevos bríos y decirle a Costa Rica que cuando Turrialba Quiere, Turrialba Puede.

Al igual que Ustedes amo a Turrialba, los restos de mis padres y mi hijo, descansan en esta noble y bella ciudad como ninguna tierra, algún día los míos también. Al igual que Ustedes, como Moisés en el Antiguo Testamento, tengo el sueño de llevar a mi pueblo a una tierra prometida, que a mi entender, es llevar a Turrialba a ser mejor, a alcanzar los desafíos que anoté líneas atrás y todos los que Ustedes anoten. Mantengo vivo ese sueño porque absolutamente nadie me ha demostrado que es imposible de alcanzar, lucho entonces para alcanzarlo.

Porque tengo claro hacia dónde vamos, porque siento que en Turrialba hemos recuperado la fe, porque estoy convencido que puedo aportar a mi pueblo para mejorar, porque tengo los valores y el coraje para luchar por Ustedes, les pido con humildad su apoyo para ponerme al frente de los destinos del Cantón, esta vez desde la Asamblea Legislativa en el periodo 2010-2014.

Pongo al servicio de Ustedes todo lo que he acumulado en el peregrinaje terrenal: la formación académica, la experiencia profesional nacional e internacional, los valores éticos y morales, la trayectoria pública, mi vida privada, el coraje y temperamento con que enfrento los retos y las adversidades, la entrega y compromiso, pero más que eso, la fuerza espiritual que Dios ha ido depositando y guardando dentro de mí, para forjar mi espíritu de servicio y mi amor hacia Ustedes.

Tengo claro que no puedo solo, será un trabajo de equipo y por eso me sentiré muy honrado de recibir desde ya sus apreciaciones y comentarios,

Entre todos podremos cumplir nuestros sueños, sigamos luchando,
Alfonso