Discurso pronunciado en la Sesión Municipal Extraordinaria del Concejo Municipal, el lunes 1 de diciembre de 2008, con motivo de la conmemoración del 60 Aniversario de la Abolición del Ejército:
Gracias Señor Presidente:
La guerra del 48 marcó para Costa Rica un cambio de época, y quisiera devolverme a una frase que utilizó José Figueres Ferrer después de haber ganado la guerra del 48, aunque creo yo que más ganó Costa Rica que algún partido político, y dijo: …que para sacar a Costa Rica adelante había que hacer tres cosas, llamar a las cosas por su nombre, tomar las decisiones que eran impostergables y reconocer los errores cometidos.
Esta frase sigue estando vigente en la Costa Rica de hoy y la abolición del ejército es tan solo una de esas decisiones impostergables que tenía que tomar Costa Rica en aquel contexto histórico, y fíjense que esa decisión a la par de otras como hacer ciudadanas a las mujeres y a los indígenas, permitir que los negros fueran vistos como seres humanos en este país, prácticamente abolir la esclavitud sin escribirlo en ninguna parte, decidir no invertir más en un ejército sino invertir en salud y en educación solo para mencionar dos campos que se han mencionado ésta tarde, es la que nos permite hoy después de 60 años tener un ejército, pero un ejército de pantalones cortos y lonchera, un ejército de 300 mil niños, un ejército lleno de esperanzas, un ejército lleno de ambiciones para una Costa Rica mejor y si queremos añadirle a ese ejército un número podemos añadirle los 36 mil educadores que hacen una labor fundamental para el desarrollo de éste país, que la han venido haciendo desde entonces y que son los que nos garantizan que los valores éticos, los valores morales y el amor por la patria y el civismo se mantengan, ese trabajo de los educadores talvés ha sido muy mal reconocido en el país en términos salariales y de algunas ventajas que los educadores como profesionales merecen por su aporte, ha sido y seguirá siendo fundamental.
Pero fíjense que estamos hablando que en el 1948 – 1949 hay un cambio de época en el país, los resultados están a la vista, hoy Costa Rica que no es tanto una Costa Rica descalza, hoy Costa Rica ya no es una sociedad que estaba fundamentada en los pequeños propietarios de tierras, en los pequeños agricultores, en los pequeños jornaleros y que después con esta gran inversión social se convirtió en una Costa Rica que tiene una inmensa clase media, pilar de nuestro desarrollo, diferencia fundamental con muchos otros países que se consideran desarrollados y en los cuales el 15% de su población es dueña del 85% de la riqueza, esa pequeña gran diferencia, esa sabia decisión de haber invertido el dinero en inversión social y no en ejército es la que nos ha permitido hoy tener una gran clase media, pilar de nuestra democracia.
Sin embargo, hoy día nos enfrentamos a otro cambio de época, éste gobierno del Dr. Oscar Arias Sánchez, va a ser recordado como el gobierno que cambió el modelo de desarrollo de Costa Rica nuevamente, 60 años después de una serie de sabias decisiones, el futuro de Costa Rica nos guste o no, lo compartamos o no, hayamos votado por él o no, está marcado por la apertura de mercados y en adelante la empresa privada es la que va principalmente a gobernar éste país.
Nos guste o no, el tiempo en que el Estado era empresario, el tiempo en el que el Estado era empleador pasó a la historia, ahora se impone un Estado más pequeño, un Estado orientador, un Estado fiscalizador y una empresa privada empujando el desarrollo del país y empleando a hombres y mujeres. Hacia allá vamos, por eso he insistido mucho que nos quedan oportunidades y lo he dicho públicamente en varias ocasiones, que nos quedan oportunidades para mantener nuestra identidad costarricense y nuestra democracia en medio de los Tratados de Libre Comercio y de un mundo sin fronteras como el que viene. Para eso tenemos tres caminos, un camino es la educación y dentro de ella hay que tratar de invertir todo lo posible en que nuestros muchachos hagan tres cosas, se mantengan dentro del sistema de educación, no lo abandonen, aprendan un segundo idioma y todos sean capaces en los próximos 25 años de navegar en la red de Internet, eso es lo que les va a dar oportunidad de una vida digna y de mantener la clase media a la que hacía referencia hace un rato.
La segunda cosa que tenemos que hacer, el segundo camino, es mantener la democracia a toda costa, nuestra democracia está enferma, solo la vamos a poder curar y mantener en la medida en que los y las ciudadanas entendamos que no vamos a volver a votar por personas que tomen las decisiones sobre nuestros destinos, que tenemos que votar por las personas que nos escuchan y que nos abren la oportunidad de participar en las decisiones fundamentales de nuestra Patria y de nuestro futuro y el de nuestros hijos.
Lo otro que tenemos que hacer es acordarnos de Dios, porque hoy vivimos en un mundo en el que Dios ya no es tan Dios, en el que le rendimos pleitesía al dinero, a la acumulación de riqueza, al placer, al confort y a las cosas materiales, y en la medida en que invirtamos todos en nuestros hogares tiempo para que nuestros hijos, nuestros vecinos y nuestra familia mantengan a Dios en sus corazones vamos a poder conservar los valores éticos, los valores morales que han hecho grande a Costa Rica. Definitivamente yo hago un llamado y lo seguiré haciendo públicamente cada vez que tenga la oportunidad para que todos trabajemos en esa dirección.
Este gobierno será recordado como un gobierno reformador, a los gobiernos que vienen y a los que estemos en la función pública temporalmente en el futuro, nos queda un desafío, el desafío es lograr que esa riqueza que se va producir en el país porque no tenemos duda de que se va a producir, se derrame, nos ayude a que los agricultores no pierdan sus tierras y sigan produciendo con rentabilidad, nos ayude a dotar al país de la infraestructura necesaria para sacar los productos, los estudiantes a los centros educativos y los enfermos a los centros de salud, nos ayude también a construir una sociedad incluyente, igualitaria, en la cual los ancianos, los niños, las mujeres, los discapacitados, los indígenas, los indigentes, pero especialmente los pobres tengan oportunidades, esa es la tarea para los próximos 8 o 10 años, depende de todos nosotros poder lograrlo, cada uno en su campo sin mezquindad, sin color de bandera, sin apellido solo hagamos la obra, quitémosle el apellido y quitémosle el color político pero hagámosla por amor a Costa Rica, por amor a Turrialba y por amor a nuestros niños que merecen algo mucho mejor de lo que nosotros hemos recibido, que Dios les bendiga.
Gracias Señor Presidente:
La guerra del 48 marcó para Costa Rica un cambio de época, y quisiera devolverme a una frase que utilizó José Figueres Ferrer después de haber ganado la guerra del 48, aunque creo yo que más ganó Costa Rica que algún partido político, y dijo: …que para sacar a Costa Rica adelante había que hacer tres cosas, llamar a las cosas por su nombre, tomar las decisiones que eran impostergables y reconocer los errores cometidos.
Esta frase sigue estando vigente en la Costa Rica de hoy y la abolición del ejército es tan solo una de esas decisiones impostergables que tenía que tomar Costa Rica en aquel contexto histórico, y fíjense que esa decisión a la par de otras como hacer ciudadanas a las mujeres y a los indígenas, permitir que los negros fueran vistos como seres humanos en este país, prácticamente abolir la esclavitud sin escribirlo en ninguna parte, decidir no invertir más en un ejército sino invertir en salud y en educación solo para mencionar dos campos que se han mencionado ésta tarde, es la que nos permite hoy después de 60 años tener un ejército, pero un ejército de pantalones cortos y lonchera, un ejército de 300 mil niños, un ejército lleno de esperanzas, un ejército lleno de ambiciones para una Costa Rica mejor y si queremos añadirle a ese ejército un número podemos añadirle los 36 mil educadores que hacen una labor fundamental para el desarrollo de éste país, que la han venido haciendo desde entonces y que son los que nos garantizan que los valores éticos, los valores morales y el amor por la patria y el civismo se mantengan, ese trabajo de los educadores talvés ha sido muy mal reconocido en el país en términos salariales y de algunas ventajas que los educadores como profesionales merecen por su aporte, ha sido y seguirá siendo fundamental.
Pero fíjense que estamos hablando que en el 1948 – 1949 hay un cambio de época en el país, los resultados están a la vista, hoy Costa Rica que no es tanto una Costa Rica descalza, hoy Costa Rica ya no es una sociedad que estaba fundamentada en los pequeños propietarios de tierras, en los pequeños agricultores, en los pequeños jornaleros y que después con esta gran inversión social se convirtió en una Costa Rica que tiene una inmensa clase media, pilar de nuestro desarrollo, diferencia fundamental con muchos otros países que se consideran desarrollados y en los cuales el 15% de su población es dueña del 85% de la riqueza, esa pequeña gran diferencia, esa sabia decisión de haber invertido el dinero en inversión social y no en ejército es la que nos ha permitido hoy tener una gran clase media, pilar de nuestra democracia.
Sin embargo, hoy día nos enfrentamos a otro cambio de época, éste gobierno del Dr. Oscar Arias Sánchez, va a ser recordado como el gobierno que cambió el modelo de desarrollo de Costa Rica nuevamente, 60 años después de una serie de sabias decisiones, el futuro de Costa Rica nos guste o no, lo compartamos o no, hayamos votado por él o no, está marcado por la apertura de mercados y en adelante la empresa privada es la que va principalmente a gobernar éste país.
Nos guste o no, el tiempo en que el Estado era empresario, el tiempo en el que el Estado era empleador pasó a la historia, ahora se impone un Estado más pequeño, un Estado orientador, un Estado fiscalizador y una empresa privada empujando el desarrollo del país y empleando a hombres y mujeres. Hacia allá vamos, por eso he insistido mucho que nos quedan oportunidades y lo he dicho públicamente en varias ocasiones, que nos quedan oportunidades para mantener nuestra identidad costarricense y nuestra democracia en medio de los Tratados de Libre Comercio y de un mundo sin fronteras como el que viene. Para eso tenemos tres caminos, un camino es la educación y dentro de ella hay que tratar de invertir todo lo posible en que nuestros muchachos hagan tres cosas, se mantengan dentro del sistema de educación, no lo abandonen, aprendan un segundo idioma y todos sean capaces en los próximos 25 años de navegar en la red de Internet, eso es lo que les va a dar oportunidad de una vida digna y de mantener la clase media a la que hacía referencia hace un rato.
La segunda cosa que tenemos que hacer, el segundo camino, es mantener la democracia a toda costa, nuestra democracia está enferma, solo la vamos a poder curar y mantener en la medida en que los y las ciudadanas entendamos que no vamos a volver a votar por personas que tomen las decisiones sobre nuestros destinos, que tenemos que votar por las personas que nos escuchan y que nos abren la oportunidad de participar en las decisiones fundamentales de nuestra Patria y de nuestro futuro y el de nuestros hijos.
Lo otro que tenemos que hacer es acordarnos de Dios, porque hoy vivimos en un mundo en el que Dios ya no es tan Dios, en el que le rendimos pleitesía al dinero, a la acumulación de riqueza, al placer, al confort y a las cosas materiales, y en la medida en que invirtamos todos en nuestros hogares tiempo para que nuestros hijos, nuestros vecinos y nuestra familia mantengan a Dios en sus corazones vamos a poder conservar los valores éticos, los valores morales que han hecho grande a Costa Rica. Definitivamente yo hago un llamado y lo seguiré haciendo públicamente cada vez que tenga la oportunidad para que todos trabajemos en esa dirección.
Este gobierno será recordado como un gobierno reformador, a los gobiernos que vienen y a los que estemos en la función pública temporalmente en el futuro, nos queda un desafío, el desafío es lograr que esa riqueza que se va producir en el país porque no tenemos duda de que se va a producir, se derrame, nos ayude a que los agricultores no pierdan sus tierras y sigan produciendo con rentabilidad, nos ayude a dotar al país de la infraestructura necesaria para sacar los productos, los estudiantes a los centros educativos y los enfermos a los centros de salud, nos ayude también a construir una sociedad incluyente, igualitaria, en la cual los ancianos, los niños, las mujeres, los discapacitados, los indígenas, los indigentes, pero especialmente los pobres tengan oportunidades, esa es la tarea para los próximos 8 o 10 años, depende de todos nosotros poder lograrlo, cada uno en su campo sin mezquindad, sin color de bandera, sin apellido solo hagamos la obra, quitémosle el apellido y quitémosle el color político pero hagámosla por amor a Costa Rica, por amor a Turrialba y por amor a nuestros niños que merecen algo mucho mejor de lo que nosotros hemos recibido, que Dios les bendiga.
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